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 | Por Sheri Wohlfert

Ayude a sus hijos a descubrir EL PLAN DE DIOS PARA ELLOS

“Porque Yo sé los planes que tengo para ustedes”, declara el SEÑOR. “Planes de bienestar y no de calamidad, para darles un futuro y una esperanza”. (Jr 29:11)

"¿QuÉ quiereN ser cuando sean grandes?" Les hago esa pregunta a mis alumnos cuando comienza un nuevo año escolar. Después de algunas respuestas estándar, alguien recordará la respuesta final y responderá: "Quiero ser un santo". La santidad es el plan que Dios tiene para nosotros, pero la forma en que lo logremos será diferente para cada uno de nosotros. Como padres, queremos que nuestros hijos lleven la vida santa, feliz y próspera que Dios ha planeado para ellos, así que aquí hay algunas maneras de ayudar a sus hijos a descubrir ese plan.

LA INVITACIÓN. Todos los días, pídale a Dios que bendiga y guíe a sus hijos hacia el camino que él ha planeado para ellos. Lo revelará en pequeños pedazos a la vez. Cuando nuevos talentos, intereses y habilidades salen a la luz, ese es Dios señalando el camino. Una sabia madre una vez me dijo que una de sus primeras oraciones cada mañana es: "Señor, por favor guía a mis hijos este día a lo que los haga santos". A medida que sus hijos crecen, invítelos a comenzar su día de la misma manera.

LA PREGUNTA. Dios, ¿cómo te gustaría usarme? Cada regalo, talento y habilidad es un regalo de Dios, y él tiene un plan sobre cómo se pueden usar. Cuando usamos estos dones de Dios para honrarlo, las bendiciones se multiplican por cien. Un talento de béisbol puede no estar destinado a conducir a una carrera profesional, sino tal vez a entrenar e inspirar e influir en muchos otros con un ejemplo de fe y carácter.

EL ENFOQUE. El mundo les dice a nuestros hijos que busquen poder, dinero y prestigio al tomar decisiones en sus vidas y elegir una carrera. Dios nos dice que busquemos su gloria, no la nuestra. Nuestros hijos necesitan que los ayudemos a enfocarnos claramente.

EL TESORO. El plan de Dios conduce a nuestra santidad, y allí reside el tesoro y la felicidad mucho más allá de cualquier ofrenda terrenal. Enseñar a nuestros hijos a invitar a Dios a revelar su plan y observar los lugares en los que está trabajando en su vida los llevará a este verdadero tesoro.