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 | Por Isabella Pardino

La Conversión de san Pablo transformó la Iglesia primitiva

Honra a este gran apóstol con una ensalada mediterránea

La fiesta de la Conversión de san Pablo es el 25 de enero.


En pleno invierno, a veces es difícil imaginar que vuelva la primavera. Es muy apropiado que, en medio de esta época en la que puede hacer tanto frío, celebremos el 25 de enero la conmovedora conversión del apóstol san Pablo. Como sabemos, antes de su conversión, san Pablo, o Saulo, perseguía a los cristianos, y cuenta la historia de su conversión en los Hechos de los Apóstoles.

De camino a Damasco, Saulo fue herido, quedó ciego y oyó la voz de Dios que le decía: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?". Saulo respondió: "¿Quién eres tú, Señor?". La voz dijo en respuesta: "Yo soy Jesús, a quien tú persigues". Dios le dijo que fuera a Damasco y que a su llegada le dirían lo que tenía que hacer. Así que Saulo fue, y se le abrieron los ojos, entonces pudo ver la verdad.

San Pablo iba por mal camino cuando Dios intervino en su vida y cambió tanto su corazón como mente para que viera la verdad. Los acontecimientos que se produjeron tras aquel extraordinario suceso alteraron drásticamente el curso de su vida, y se convirtió en uno de los líderes más influyentes de la Iglesia primitiva; además, desempeñó un papel crucial en la difusión del Evangelio a los gentiles.

En esta zona del mundo se originó una abundante ensalada llamada Fattoush, que hoy es un plato básico en los menús de la cocina mediterránea. Hace muchos años, en las zonas rurales de esta región, los agricultores mezclaban los restos de pan con aceite de oliva y los combinaban con los frutos de su cosecha para preparar una comida fácil y sana.

El fattoush es una receta fácil para cualquier cocinero principiante. Todos los ingredientes se pican y mezclan para hacer de esta una comida cohesiva, no muy diferente de la época en que “Saulo” estaba destrozado y desgarrando a su pueblo, por lo que Dios intervino e hizo que “Pablo” volviera a estar entero. Pruebe esta colorida y sabrosa ensalada en una aburrida noche de invierno.


Isabella Pardino es licenciada por la Facultad de Teología y Ciencias Religiosas de la Universidad Católica de América y actualmente cursa estudios de posgrado en la escuela de enfermería de Columbia University.

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Ensalada Fattoush

 

Ensalada

  • 1 cabeza grande de lechuga romana
  • 1 paquete de tomates cherry
  • 2 pepinos pequeños
  • 3-5 rábanos
  • 1 pimiento verde
  • 1 cebolla roja pequeña
  • 2 cucharadas de menta fresca
  • ¼ de taza de perejil fresco
  • Chips de pan pita (caseras o compradas)
  • 1 granada, sin pepitas (opcional)

Picar/cortar las verduras en tamaños algo similares para que cada bocado de la ensalada esté completo con cada textura y sabor. Picar finamente las hierbas y mezclar todo en un bol grande, excepto los chips de pan pita y la granada.

 

Aderezo

  • ¼ c. de zumo de limón recién exprimido
  • 1 diente de ajo, picado muy fino
  • 1 cucharada de zumaque molido
  • ½ cucharada de sal
  • ¼ de cucharada de pimienta negra recién molida
  • 3 cucharadas de aceite de oliva extra virgen prensado en frío

Mezcle el zumo de limón, ajo, zumaque, la sal y pimienta en un mini procesador de alimentos (o en un tarro con tapa hermética). Triturar hasta obtener una mezcla homogénea. Añadir el aceite de oliva y mezclar hasta emulsionar. El aderezo se puede preparar con antelación y se conserva bien en el frigorífico durante varios días. Agítelo bien antes de añadirlo a la ensalada.

 

Chips de pan pita

  • 1 paquete de pan pita (duro o fresco)
  • Aceite de oliva extra virgen 
  • Sal

Calentar el horno a 325 F. Cortar 2-4 panes pita en trozos similares, de 1-2". Mézclelos en un bol grande con un chorrito generoso de aceite de oliva y una pizca de sal. Extienda una sola capa en una o dos bandejas grandes y hornee durante 20 minutos, dándoles la vuelta una vez. Guardar en un recipiente hermético a temperatura ambiente.

Justo antes de servir, aderezar la ensalada y mezclarla ligeramente con la mitad de los chips de pan pita para cubrirla uniformemente. Terminar con más chips de pan pita triturados por encima (o en un plato aparte), además de espolvorear con zumaque, menta fresca y granos de granada.