Ella dice: Necesito mi "tiempo a solas".
Me recarga de energía el simple hecho de leer o estar en silencio. No significa que no quiera estar con él, solo que no cada segundo.
Él dice: Me siento rechazado cuando ella se va sola.
Si ella me amase lo suficiente, no necesitaría irse a otra habitación para estar sola.
El tiempo de calidad a solas no solo es bueno para nuestra salud mental y espiritual, sino que también nos ayuda a ser mejores compañeros y a estar más disponibles para aquellos con quienes tenemos una relación. Es una paradoja humana, y Jesús fue el mejor ejemplo de ello.
Sin duda fue la persona más efusiva y centrada en los demás que jamás haya vivido y, sin embargo, también “se retiraba a lugares desiertos para orar”. (Lc 5, 16) Su soledad no impidió su amor por nosotros. Era un requisito previo para ello. Y así es para cada uno de nosotros. Necesitamos tiempo a solas, como necesitamos tiempo para dormir.
Esto no quiere decir que no tengamos diferentes necesidades de tiempo a solas.
Los introvertidos normalmente necesitan más, en cambio, los extrovertidos menos, y cuando una introvertida se casa con un extrovertido, como parece ser el caso aquí, pueden haber algunos desafíos de adaptación.
Para empezar, y lo más importante, no se tome sus diferencias personalmente. Cada uno tiene necesidades únicas, por lo que su objetivo compartido debe ser ayudarse mutuamente para asegurarse de satisfacerlas. Los requerimientos de ella son más sencillas: déjela tener el tiempo y espacio a solas que pide. Trate de entender que se trata de ella, no de usted. Si precisa de más tiempo en compañía, ¿hay algunos amigos o familiares cercanos con los que podría pasar más tiempo?
En segundo lugar, tenga en cuenta que podría haber algunas cuestiones más profundas y problemáticas y que está bien hacer una comprobación honesta sobre ellas. Para ella: ¿Hay cualidades de él sobre las que no le ha hablado o incluso que no se las haya admitido a usted misma, que le hacen querer apartarse? Para él: ¿Hay algunas inseguridades subyacentes sobre usted y su relación que le hace temer separarse de ella o incluso estar solo? Si la respuesta a cualquiera de las anteriores es afirmativa, considere la posibilidad de recibir asesoramiento individual o matrimonial.
La conclusión es que, independientemente de cuánto o qué tipo de tiempo a solas necesite cada uno de ustedes, se dediquen a ser más conscientes y a apoyar las necesidades particulares de los demás.
Steve y Bridget Patton tienen maestrías en teología y consejería, también sirven como ministros de vida familiar en la Diócesis de Sacramento.