Cuando comenzamos a trabajar desde casa durante la pandemia, pensé que sería a corto plazo. Ahora, está claro que voy a trabajar desde casa durante bastante tiempo, posiblemente de forma permanente. ¿Cuáles son algunas estrategias que puedo utilizar para trabajar eficazmente y no sentirme completamente aislado?

Imite lo anterior. Aproveche lo nuevo. Sea razonable.

Para ser efectivo, imite los hábitos laborales más efectivos. Mantenga el mismo horario. Establezca un ambiente de trabajo similar (tanto como sea posible). Vístase igual (no pijamas ni sudaderas). En otras palabras, para mantener su efectividad anterior, mantenga sus patrones anteriores. Somos criaturas de costumbre. ¡Así que minimice la energía de inventar nuevas estrategias a menos que sean mejores, o sus hábitos anteriores no fueran efectivos! Pero esa sería una historia diferente.

Trabajar en casa es inesperado, pero también puede ser providencial. Usted no lo pidió, pero se le está pidiendo que lo haga. No lo lamente. Aprovéchelo. Dios introduce esta nueva cosa para producir una mejor versión de usted y virtudes inexploradas. Asombrosamente, Él trabaja bien en y para nosotros en todas las circunstancias, bienvenidas o no. Su orquestación es la motivación de usted. Suscite su fe. Ciña su mente. Enrolle sus mangas: “Aquí estoy, Señor. Usa esto para hacerme más sabio, más diligente, más enfocado, más contento, más productivo”.

“Fiel es Aquel que los llama, el cual también lo hará”. (1 Tes 5:24)

Finalmente, Aristóteles identifica tres tipos de amistad: de utilidad, de placer y de virtud. La amistad del empleo es una amistad de utilidad. Cooperamos entre nosotros para el éxito de nuestra empresa compartida. Eso no quiere decir que no pueda ir más profundo, pero el enfoque es el beneficio mutuo. Así que sea razonable. No intente sacar demasiado de sus relaciones laborales. Usted puede mejorar la conexión a través de video, teléfono, texto y correo electrónico. También puede elegir un amigo para comparar notas al principio o al final de cada día. Aunque la proximidad física se ha acabado, mire, lo nuevo ha llegado. Usted puede reducir el aislamiento al conectarse más con las personas cercanas: familiares y vecinos.

Hablando de vecinos, G.K. Chesterton dijo una vez: “La Biblia nos manda amar a nuestros vecinos y también a amar a nuestros enemigos; a lo mejor porque generalmente son las mismas personas”. Con suerte, ese no es el caso para usted.

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