
La Misa y su matrimonio
Escuchar como uno solo la palabra de Dios
Escuchar como uno solo la palabra de Dios
A veces, en nuestras prisas por reunir a nuestra familia para la Misa, no llego sintiéndome preparada ni en oración. Pero tampoco recuerdo haber salido nunca de Misa sin la certeza de que la liturgia me ha acercado más a Cristo, a mi marido y a cada uno de nuestros hijos.
A veces, en nuestras prisas por reunir a nuestra familia para la Misa, no llego sintiéndome preparada ni en oración. Pero tampoco recuerdo haber salido nunca de Misa sin la certeza de que la liturgia me ha acercado más a Cristo, a mi marido y a cada uno de nuestros hijos.
Como cónyuges, asistir a Misa no es sólo una cosa más que hacemos juntos el fin de semana, sino que puede ser mucho más cuando estamos atentos a lo que Dios hace por nosotros y a lo que nosotros hacemos allí. Si nos acercamos a la Misa entendiendo que es una fuente de gracia para nuestro matrimonio, veremos los frutos de la Misa de forma más evidente en nuestra vida cotidiana.
La primera parte de la Misa, la Liturgia de la Palabra, es un momento en el que nos preparamos para adorar a Dios elevando nuestros corazones hacia él en oración, pidiéndole perdón y alabándole. Cada uno de estos frutos de la Misa también puede dar fruto en nuestros matrimonios.
Los Ritos Iniciales
Los Ritos Iniciales son una oportunidad para pasar del ajetreo de nuestra vida cotidiana a la atmósfera sagrada de la Santa Misa. Nos ayudan a salir de nosotros mismos para centrarnos en Cristo y, al hacerlo, nos preparan para amarnos y servirnos los unos a los otros.
El Rito Penitencial nos invita a reflexionar intencionadamente sobre las formas en que nos hemos quedado cortos en nuestro amor a Dios y entre nosotros. Debemos considerar las veces que no hemos estado a la altura de nuestras promesas matrimoniales, pedir perdón a Dios y comprometernos a ser mejores tanto para Dios como para el otro. Este hábito de reconocer nuestros defectos y pedir perdón no sólo es necesario en nuestra relación con Dios, sino que es esencial para nuestra vida matrimonial.
Mientras el sacerdote recoge nuestras oraciones individuales y las ofrece a Dios en la Colecta, juntamos nuestras intenciones para nuestro cónyuge, nuestras familias y nosotros mismos a la oración de toda la Iglesia. Debemos unir nuestros corazones a esta oración y pedir gracias para nuestro cónyuge y nuestro matrimonio.
La Liturgia de la Palabra
Las lecturas proclamadas en Misa se ofrecen para alabar a Dios y facilitar nuestro encuentro con él. Durante la Liturgia de la Palabra, reflexionamos profundamente sobre la obra de Dios en la historia de la salvación y su presencia continua con nosotros. También recibimos alimento espiritual para la labor del matrimonio y la vida familiar.
Escuchar atentamente la homilía puede arrojar luz sobre las lecturas y nuestra relación entre nosotros, con Cristo, con toda la comunidad cristiana y con el mundo.
Tras la homilía, profesamos juntos nuestra fe. Como esposos podemos reconocer en el credo una invitación a reafirmar nuestra confianza compartida en Cristo. Es un recordatorio de que estamos unidos el uno al otro no sólo físicamente, sino también por un amor mutuo a Dios que nos fortalece para nuestra misión como esposos y padres. Por último, en las oraciones de los fieles traemos a la mente nuestras propias intenciones al mismo tiempo que miramos más allá de nosotros mismos y de nuestro matrimonio, a las necesidades del mundo.
Permitamos que esta parte inicial de la Misa nos oriente hacia Dios, nos una a los demás y nos enseñe para que estemos preparados para recibir a Jesús en la Eucaristía y para compartir su amor unos con otros.
Tracy Rodenborn vive en East Greenwich, Rhode Island, con su marido Steve y sus cuatro hijos. Tras haber desempeñado cargos ministeriales en parroquias católicas y escuelas secundarias de todo el país, ahora trabaja con el Programa Satélite de Educación Teológica de la Universidad de Notre Dame.