Mis empleados no parecen motivados, ¿qué puedo hacer?
Soy dueño de una pequeña empresa y mis trabajadores no parecen estar motivados. Nuestra productividad disminuye cada mes. No estoy seguro de si se trata de nuestra escala salarial o tal vez no les digo con suficiente frecuencia que son apreciados.
Soy dueño de una pequeña empresa y mis trabajadores no parecen estar motivados. Nuestra productividad disminuye cada mes. No estoy seguro de si se trata de nuestra escala salarial o tal vez no les digo con suficiente frecuencia que son apreciados.
Puedo imaginar lo frustrante que es ver una falta de compromiso entre los empleados de una empresa en la que ha invertido tanto tiempo y energía. Sin embargo, los mismos buenos instintos que lo ayudaron a construir su negocio pueden ayudarlo a llegar a su equipo.
Está comenzando con las preguntas correctas: en lugar de centrarse en dónde sus empleados pueden estar fallando, está mirando más allá del problema. Es decir, ¿cómo puede ayudar a sus trabajadores a rendir al máximo y comenzar cada día con entusiasmo, en lugar de desanimados?
Hablemos de dinero. A la mayoría de los empleados les encantaría un aumento, pero eso no es necesariamente un motivador del día a día. Si su escala salarial es justa y trata de mantenerla así, puede estar seguro de que su fuerza laboral le está yendo bien. Sin embargo, considere ofrecer otras formas de compensación apreciadas por los empleados, como una generosa licencia parental y la flexibilidad de una jornada laboral que permita a los empleados asistir a los eventos deportivos de sus hijos o llevar el automóvil al mecánico.
Todos queremos sentirnos tanto apreciados como reconocidos, y los empleados no son una excepción. Reconocer un trabajo bien hecho puede contribuir en gran medida a la felicidad de estos.
Eso puede incluir palabras amables, un correo electrónico, incluso sorprenderlos con un día de barbacoa, puestos de comida en camiones o rosquillas, especialmente después de un tramo desafiante.
También es importante aprovechar las fortalezas de sus trabajadores. Pedirle a una persona introvertida que se presente en una reunión, a una detallista que elabore la declaración de la visión de la empresa o a alguien madrugador que trabaje en el tercer turno puede ser una receta para bajar la moral. Hay excelentes herramientas disponibles para ayudar a los empleados y empleadores a identificar tanto las fortalezas como talentos individuales, además de consejos para ayudarlos a desarrollarlos.
Como nos recuerda San Pablo, “Hay diferentes dones espirituales, pero el Espíritu es el mismo. Hay diversos ministerios, pero el Señor es el mismo. Hay diversidad de obras, pero es el mismo Dios quien obra todo en todos”. (1 Corintios 12, 4-6)