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 | Por Sheri Wohlfert

Oren y sirvan juntos como familia

La temporada de Cuaresma es el momento perfecto para revisar nuestro equilibrio y prioridades como católicos y familias católicas. El propósito de esta temporada santa es reflexionar, reequilibrar, arrepentirnos y reavivar nuestro compromiso de seguir a Jesús. Tómense un tiempo para reflexionar sobre estas ideas en familia antes del Miércoles de Ceniza, luego hablen y oren sobre cómo el Señor podría estar llamándolos a una relación más profunda esta Cuaresma.


Dar y recibir: Crecer en santidad requiere un cambio. El objetivo no es quitar y agregar cosas solo durante las seis semanas de Cuaresma; se trata de desarraigar hábitos y crear patrones que generen un cambio permanente en nuestra relación con el Señor.


Haciendo espacio: Nuestras vidas están tan llenas que tenemos que preguntarnos honestamente si hay lugar para Jesús. Nuestras vidas, horarios y hogares están llenos hasta el tope. La Cuaresma es un buen momento para seleccionar, clasificar, asentarse y ordenar nuestros hogares, horarios y demás. Como familia, hagan un plan para donar y reducir las cosas que no nos acercan a Cristo.


Enfoque de oración: Comenzar cada día con la oración para poner nuestra mirada en la fe. Incluya esa pregunta importante: "¿Cómo puedo orar por usted hoy?" en su rutina matutina de Cuaresma. Concéntrese en recordar las necesidades de los demás y brindar su ayuda ofreciendo el don de la oración. Cree un espacio para la oración familiar con símbolos de Cuaresma para atraer a su familia a la oración y recordarles la importancia de imitar los 40 días de oración de Jesús en el desierto. Podría considerar agregar un nuevo símbolo cada semana para aumentar el interés y atención.


El regalo del tiempo: Sean una familia que reza y juegan juntos durante la Cuaresma. Dense el regalo del tiempo mientras dejan de lado las pantallas, coman juntos en casa en lugar de salir y reduzcan tanto los horarios como compromisos para dedicar tiempo a la oración familiar, la conversación y el juego.


Servir y sacrificarse: Planifiquen actividades para compartir con los necesitados durante la Cuaresma. Una limpieza de juguetes, despensa o armario es una excelente manera de comenzar. Hagan un plan para invitar a un vecino o alguien que viva solo para la cena o el postre. Ofrézcanse una tarde para rastrillar, hornear o ayudar a alguien en su vecindario o parroquia. Piensen en los sacrificios que pueden hacer tanto individualmente como en familia, por ejemplo, un “ayuno” de gastar dinero en cosas no esenciales o comer en la calle, y ofrezcan el dinero ahorrado a una causa o familia necesitada.


Esenciales: No olvide las cosas esenciales que nos atraen a una temporada de oración, como la Misa diaria, las Estaciones de la Cruz, la reconciliación, el rezo del rosario y la Coronilla de la Divina Misericordia.


Sheri Wohlfert es maestra de escuela católica, oradora, escritora y fundadora de Joyful Words Ministries. Sheri bloguea en www.joyfulwords.org.

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