¿Tengo que trabajar en red?
P: Soy un empleado relativamente nuevo en una gran empresa y siempre escucho que tengo que "establecer contactos", así como conectar con mis compañeros de trabajo y personas en la gerencia para poder avanzar. ¿No debería hablar mi trabajo por sí solo? No soy del tipo extrovertido que organiza almuerzos o reuniones con personas que no conozco.
Si el trabajo fuera simplemente un resultado medible, el suyo debería hablar por sí mismo. Pero, de hecho, somos criaturas sociales por naturaleza. A menos que sea un explorador solitario en el polo sur, su trabajo está naturalmente conectado con otras personas. Está afectado por ellos; se ven afectados por usted. El trabajo, como la recreación, los viajes, la iglesia o cualquier actividad humana, es un asunto de personas.
Una de las ideas más brillantes de la doctrina social católica es la noción de solidaridad. Nadie es una isla. La persona que se hizo a sí misma no existe. Y el tema musical de Jesús no fue: A mi manera. La visión cristiana no es como la del filósofo Thomas Hobbes: “La vida del hombre es solitaria, pobre, desagradable, brutal y corta”. Más bien, hechos a imagen de la Trinidad, los seres humanos están íntima, necesariamente y para siempre conectados, además de ser dependientes unos de otros.
“Estar en red” para “salir adelante” es una forma burda de abordar las relaciones laborales. El motivo es egoísta; el método es manipulador. Reduce las relaciones con el juego. “Déjame sentirme cómodo con Jenny Fulana de Tal, para que pueda convertirme en Jerry Tal y Tal”. No solo es innoble, sino que la gente tiende a ver a través de él. Tarde o temprano se descubre a un manipulador ambicioso, y a menudo es de la manera más vergonzosa. “¿Viste a Jerry adulando a Jenny? ¡Que patético!”
No hay nada de malo en querer avanzar en su carrera. Simplemente no use a la gente como trampolín. En cuanto a no ser del tipo extrovertido, está bien. Eso no se traduce en desinterés por las personas y aversión a la amistad. Haría bien en difundir su imagen, salir de su zona de confort (poco a poco) y aumentar el aprecio por sus colegas. Al hacerlo, su vida se enriquecerá, su carrera mejorará y su testimonio cristiano se ampliará.