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 | Por Doug Culp

El amor y la lealtad están presentes a lo largo del Libro de Rut

“…yo iré adonde tú vayas y viviré donde tú vivas. Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios. Moriré donde tú mueras y allí seré enterrada”. (Rut 1, 16-17)

Este juramento fue pronunciado por Rut en respuesta a las repetidas súplicas de Noemí (su suegra) para que ella la dejara. Al negarse a ir, Rut daría testimonio del poder del amor y la lealtad.

 

Llámame “Mara”

Noemí se había mudado de Belén a la meseta de Moab con su esposo y sus dos hijos a causa de una hambruna. La meseta de Moab estaba en el lado este del valle del Jordán. Sus colinas orientadas al oeste tendían a recibir más lluvia que Judá y, por lo tanto, tal vez habrían prometido mejores condiciones agrícolas. Con el tiempo, los hijos de Noemí se casarían con mujeres moabitas, una de las cuales era Rut.

Sin embargo, Noemí pronto perdió a su esposo e hijos. Habiendo perdido a toda su familia, decidió regresar a Belén. Ella les dijo a sus dos nueras que regresaran a sus hogares familiares y comenzaran una nueva vida. Ella argumentó que no tenían futuro con ella, una viuda, que nunca volvería a casarse y que no tenía otros hijos que ofrecerles en matrimonio. Después de cierta resistencia, una de ellas accedió y dejó a Noemí. Rut se negó a partir y le prometió su lealtad eterna.

Al llegar a Belén, Noemí, cuyo nombre significa “dulce”, le dijo a la gente del pueblo que la llamara Mara, que significa “amarga”. Los ecos de Job resuenan en este relato cuando Noemí dice: “Me fui llena, pero el Señor me ha traído de vuelta vacía”. (Rut 1, 21) Ella estaba convencida de que el favor de Dios ya no descansaba sobre ella.

De las espigas a la redención

Rut comenzó a trabajar en los campos de grano para recoger las espigas de cualquiera que se lo permitiera. Un día ella escogió el campo de Booz, que en realidad era del mismo clan que el esposo de Noemí. Al enterarse de quién era ella, Booz le dijo que espigara sólo en su tierra. Explicó que sabía de la lealtad de Rut a Noemí y oró para que Dios recompensara su fidelidad.

Noemí estaba agradecida por el trato de Booz a Rut, quien compartió todo el fruto de su trabajo con ella. Noemí estaba ansiosa por hacer algo por Rut y le aconsejó que se presentara a Booz para casarse. Rut ejecutó el plan de Noemí, pero Booz creía que había un pretendiente más apropiado (aunque prometió casarse con Rut, si este otro no lo hacía). Como resultado, el pariente que Booz tenía en mente no podía casarse con Rut, por lo que Booz cumplió su palabra, que implicaba comprar tierras que poseía el difunto esposo de Noemí.

Al hacer esto, Booz actuó como redentor (un término asociado a las responsabilidades de un círculo de parentesco) para Noemí, ya que la transacción le proporcionaría apoyo financiero. Además, Rut daría a luz a un hijo. Juntos, estos dos actos fueron aclamados por la gente del pueblo como evidencia de la fidelidad de Dios y la bendición sobre Noemí, una verdadera restauración de su vida que le otorgó apoyo financiero y familiar en su vejez (ya que el hijo de Rut sin duda estaría tan dedicado a Noemí como lo había sido Rut).

Por si esto fuera poco, el hijo de Rut, Obed (u Oved), se convertiría en el padre de Isaí, el padre del rey David. Como bisabuela del rey David, Rut, la mujer moabita, se convirtió en un antepasado en la línea mesiánica que conduce a Jesús.

Para finalizar

El Libro de Rut pinta un hermoso retrato de la amistad y el apoyo femenino. El amor mutuo y la lealtad demostrados mutuamente por Noemí y Rut las ayudaron a superar circunstancias trágicas y a emerger como figuras icónicas en la comunidad y en la historia En particular, la generosidad y la voluntad de Rut de dejar atrás a su familia y su hogar para quedarse con Noemí, combinadas con la acción salvadora de Dios, le dan al Libro de Rut el lugar que le corresponde en la historia de la salvación.


¿Sabía que…

…Rut es el principal texto litúrgico del judaísmo para la celebración de la Fiesta de las Semanas (Shavuot)? Esta es una importante fiesta judía que conmemora la llegada de los primeros frutos de la cosecha al Templo y la entrega de la Torá en el Monte Sinaí. Algunos también lo vinculan con el cumpleaños y muerte del rey David, bisnieto de Rut, aunque esto no es definitivo ni universal.


Doug Culp es el canciller de la Diócesis Católica de Lexington.

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