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 | Por Dan Cellucci

Orgullo y prudencia

¿Cómo sé cuándo ha llegado el momento de seguir adelante?

Recuerdo que, en cuanto acabé la universidad, me sentí preparado para la oficina de la esquina. Veinte años después, cada día que paso en esa oficina, me siento menos cualificado para ocupar mi silla. Por supuesto, ninguna de estas creencias es completamente cierta, pero a menudo nos preguntamos: ¿Estamos en el puesto adecuado, en la empresa adecuada, trabajando para el jefe adecuado? ¿Se aprecian nuestros dones y talentos? A veces la respuesta está clara, pero a menudo puede ser una pregunta difícil de responder. Si está luchando con esta duda, aquí hay tres preguntas a considerar:

 

¿Cuáles son para mí las tres cosas más importantes del trabajo?

En distintas etapas de la vida, diferentes cosas pueden ser importantes. Ore sobre las tres cosas más importantes para usted en esta etapa. Tal vez sea mantener a su familia. Tal vez sea un horario de trabajo flexible. Tal vez sea una oportunidad para progresar. Será mucho más difícil obtener claridad, si no tiene claras sus tres cosas más importantes (y ponerlas en orden).

¿Qué grado de autonomía, competencia y afinidad tengo?

Mantener la automotivación se basa en estas tres cosas. Independientemente de mi puesto, ¿tengo la capacidad de hacer el trabajo como creo que debe hacerse? ¿Sé lo que hago y siento que puedo aprender lo que hay que hacer? ¿Me siento vinculado a la misión general de la organización y a las personas? Puede que tenga un mal día si responde afirmativamente a cada una de estas preguntas. Si la respuesta es sistemáticamente no a dos de las tres, es posible que tenga que empezar a orar con más ahínco sobre a dónde le está llamando Dios.

¿El ambiente de trabajo me hace mejor cristiano?

Trabajar para una organización religiosa no significa que la respuesta sea inmediatamente afirmativa. Tampoco lo contrario. Los entornos difíciles pueden ayudar a construir nuestra paciencia, proporcionar oportunidades de evangelización y, a veces, ayudar a profundizar tanto nuestra resistencia como nuestra fe. Si su lugar de trabajo le aleja de Cristo y de la fe, puede que necesite trasladarse a un entorno más saludable. Sin embargo, si está creciendo en virtud y como profesional, a pesar del desafío, podría ser un gran lugar para permanecer.

Que, al rezar con estas preguntas y discutiéndolas con aquellos en quienes confía, se abra más plenamente al camino que el Señor está iluminando para usted.


Dan Cellucci es el CEO del Catholic Leadership Institute.

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