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 | Por Candace Bryant-Lester

San Hilario de Poitiers

(310-67)

Festividad: 13 de enero

La oposición y el exilio no impidieron a este santo dejar las cosas claras en una época en la que la herejía era la norma.

Hilario nació en el año 310, en el seno de una familia pagana de la actual Francia, y recibió una buena educación clásica. Sin embargo, cuando comenzó a estudiar el Antiguo y el Nuevo Testamento, decidió bautizarse en la Iglesia. Aunque fue un proceso gradual el que llevó a Hilario a dedicarse a la fe católica en 345, no hubo nada de cauteloso o comedido en su celo por defender la fe a lo largo de su vida.

A pesar de estar casado y tener una hija, Hilario fue elegido obispo de Poitiers en 353. El arrianismo -una herejía que rechazaba la divinidad de Jesús- estaba muy extendido en aquella época, e Hilario se propuso erradicarlo. Comenzó excomulgando a un obispo arriano, pero sus esfuerzos iniciales fueron efímeros. Hilario se quedó solo, defendiendo la divinidad de Cristo entre una multitud hostil de obispos que apoyaban el arrianismo. Cuando estos obispos se dirigieron al emperador, que apoyaba una forma modificada de arrianismo, Hilario fue desterrado en 356.

No obstante, el destierro fue fructífero para Hilario, ya que continuó dirigiendo su diócesis y escribió sus obras más importantes, entre ellas De trinitate (Sobre la Trinidad), el primer intento exitoso de explicar la Trinidad promulgada por el Concilio de Nicea. También escribió el primer comentario en latín del Evangelio de Mateo y numerosos salmos. A lo largo de su exilio, Hilario insistió a menudo en que se celebraran debates públicos para aclarar los principios trinitarios; las peticiones se hicieron tan frecuentes que acabó siendo enviado de vuelta a su diócesis hacia 361. Los últimos años de su vida transcurrieron en silencio, y siguió escribiendo hasta su muerte en 367.

Debido a la influencia de sus escritos, el Papa Pío IX declaró a san Hilario Doctor de la Iglesia en 1851.